- 01/19/2022
Inversiones inmobiliarias versus la compra de nuestro hogar
En un mercado inmobiliario emergente como el de Mérida, Yucatán, las oportunidades para adquirir un bien inmueble pululan desde las alcantarillas de nuestro centro histórico; publicidades como “invierte en Mérida desde $1,500 mensuales” o “Mérida, el mejor lugar para invertir en México” son frases comunes con las que las desarrolladoras o comercializadoras intentan acaparar nuestra atención. Sin embargo, es importante saber que como en todos los mercados, no toda la oferta se puede considerar una inversión inmobiliaria y no todos los vendedores son asesores calificados.
Cuando pensamos en adquirir una propiedad para invertir es muy importante tener definida la última finalidad de nuestra compra: ¿se trata realmente de una inversión inmobiliaria?, ¿pretendo vivir la propiedad, rentarla o revenderla?, ¿deseo mudarme a la ciudad y vivir el inmueble? Todas estas preguntas son los primeros filtros a los que debemos someternos como futuros compradores, ya que, si no tenemos claro nuestro objetivo de compra, podemos embarcarnos en una búsqueda incierta, cansada e infructífera.
Cada compra es diferente y, para un asesor inmobiliario, el entender las verdaderas intenciones del cliente, es la base para ofrecer una correcta asesoría. Considera que cuando nuestra intención de compra es hacer una inversión inmobiliaria, lo más importante de la transacción es que esta tenga un sentido cuantitativo y cualitativo, es decir, debemos tener claro que se trata de un movimiento financiero, por lo que aspectos como precio, proyección a futuro de la zona, currículum de la desarrolladora, calidad constructiva y producto competencia son puntos determinantes de la compra.
Por el contrario, cuando nuestra intención de compra es adquirir una propiedad que eventualmente se convertirá en nuestro hogar, entonces el escenario cambia y temas como la plusvalía, la proyección de la zona y el comprar en preventa, si bien siguen siendo importantes, dejan de ser el punto prioritario de nuestra compra. ¿En qué debemos fijarnos entonces? Bueno, preguntas tan sencillas como: ¿qué tan cómoda encuentro la propiedad?, ¿me gusta la zona tal cual como es ahora?, ¿me siento bien al recorrer la casa o el departamento?, ¿veo mi futuro en él?
Como podemos ver, estas preguntas tienen un índole más emocional y personal que financiero, ya que, si bien la transacción no deja de ser la adquisición de un patrimonio inmobiliario y hay que evaluar la rentabilidad de nuestra inversión, la realidad es que no podemos dejar de lado el hecho de que la compra de nuestro hogar será siempre una decisión con una carga emotiva.
¿Estás pensando en adquirir una propiedad en Mérida? Te sugiero que empieces preguntándote qué deseas hacer verdaderamente con ella. Una vez teniendo tu objetivo claro, acércate a la inmobiliaria AMPI de tu preferencia para que juntos encuentren la propiedad óptima para tus intenciones.
Escrito por
LIC. Fátima Avilés Cadena
Directora Comercial
Mudarseamerida.com
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